Cuentos para la vida IV: El ateo

Foz de Arbayun

Dicen que no hay más ciego que el que no quiere ver. Mirarse a uno mismo y descubrir cómo somos no siempre es sencillo. Necesitamos de espacios y personas que nos ayuden a quitarnos nuestras máscaras, que nos permitan encontrar nuestros pilares. A veces es necesario sacudir los falsos puntos de apoyo y profundizar en lo que nos hace persona.
Descubrir y ser fieles a nuestros fundamentos será el mejor sustento en tiempos de crisis, pero también en tiempos de creatividad, de ser y hacer lo que uno está llamado.
Mucha suerte en el camino.
Un saludo

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